El de Pérez es el cuarto femicidio registrado desde 2010 en esa localidad ubicada a 85 kilómetros de la ciudad capital de San Luis y el segundo en lo que va del año en la provincia, ya que el 29 de enero, Marta Magallán, de 70 años, fue asesinada en Villa Mercedes en un hecho por el que está detenido su hijo de 32 años.
En tanto, el gobernador Claudio Poggi emitió un comunicado en el que se solidariza con la familia de la víctima y pide Justicia.
«Deseo expresar mis condolencias a familiares, amigos y seres queridos de Zoe Pérez. Mi acompañamiento al pueblo de La Toma y en especial a los chicos e integrantes de la comunidad educativa del Colegio Belgrano, en estos días cargados de tristeza y dolor para quienes compartían su amistad y sus sueños. Trabajamos para conocer la verdad de lo sucedido, para que haya justicia, solo así, podrá haber un poco de sosiego a tanto desconsuelo. QEPD Zoe», escribió el gobernador en la Agencia de Noticias San Luis (ANSL), el canal de información oficial del gobierno provincial.
Atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género
Por llamada gratuita las 24 hs Línea 144 Por WhatsApp 11-2771-6463. Por mail a [email protected] Descargando la app La chica de 17 años iba a cursar este año el último de su etapa secundaria en el Colegio “Manuel Belgrano” y, según las primeras versiones, la noche del lunes pasado le dijo a su madre que iba a ver un partido de básquet junto a una amiga y que después regresaba a su casa.
Pérez no regresó y fue hallada el martes asesinada en una propiedad ubicada en la calle Inti Huasi, entre Estanislao del Campo y Güiraldes, del barrio Barrancas de la mencionada localidad, donde además quedaron detenidos dos hombres, presentes en el lugar del hecho.
El crimen conmocionó a la comunidad y algunos vecinos buscaron ingresar al domicilio donde encontraron el cadáver, para intentar linchar a los principales sospechosos del crimen.
Según fuentes de la investigación, uno de los detenidos es un hombre de 30 años apodado “El Gringo”, quien, aparentemente, tenía un vínculo con la chica.
La fiscal de Instrucción N° 4, María del Valle Durán, a cargo de la causa, informó a la prensa local que la aparición del cuerpo de Zoe Pérez se dio luego de que, ante la falta de respuestas de su hija, la madre de la chica alertara a las autoridades y denunciara su desaparición.
Sobre cómo estaba la víctima en la escena del crimen, la fiscal comentó que fue hallada “acostada en una cama, mirando para arriba, vestida y aparentemente con lesiones”.
Las fuentes indicaron que la chica murió apuñalada, aunque los investigadores judiciales esperan los resultados de la autopsia para confirmarlo.
A su vez, el abogado de la familia, Esteban Bustos, detalló que el cuerpo presentaba “múltiples lesiones” e infirió que “intentaron agredirla sexualmente para luego acabar con su vida”.
Para el abogado, la adolescente no fue asesinada “en lugar donde la encontraron, o sea en la habitación en la casa, sino en la cocina o en otro sector” de la vivienda.
El principal sospechoso (ya detenido) es el dueño de la propiedad donde se encontró el cadáver de la víctima y la justicia continúa con la recolección de testimoniales entre otras medidas para aclarar las circunstancias de este femicidio.
Los trabajos investigativos y periciales se vieron limitados por la reacción de algunos vecinos y allegados a la víctima que se acercaron a la casa con intenciones de agredir a los detenidos y ocasionar destrozos.
El crimen conmocionó a la comunidad y algunos vecinos buscaron ingresar al domicilio donde encontraron el cadáver, para intentar linchar a los principales sospechosos del crimen. “Nos encerraron, tiraban piedras, lastimaron a civiles y policías. Querían que les entregaran a los detenidos y no dejaban que Científica pudiera buscar los elementos que tenían en los móviles”, manifestó una fuente ligada al equipo que llevó adelante las actuaciones.
La situación se calmó cuando las fiscales actuantes pudieron explicar la situación a los manifestantes que salieron a la calle pidiendo justicia por la joven.
Es que las personas de La Toma, un pueblo de aproximadamente 9.000 habitantes, recuerdan con dolor otros tres femicidios ocurridos en ese lugar en los últimos 14 años.
Los femicidios de Lucía Zanón y Lorena Funes
El 7 de marzo de 2010, Lucía Zanón (34), profesora de matemática, y Lorena Funes (24), madre de una niña de 3 años y estudiante de programación, fueron asesinadas en cercanías al pueblo.
Las hermanas habían salido a caminar hacia una ermita de la Difunta Correa, ubicada a unos tres kilómetros de La Toma, para cumplir una promesa, fueron atropelladas y degolladas por José Charly Correa, quien las atacó para violarlas y fue condenado a prisión perpetua por “doble homicidio calificado por alevosía y criminis causa».
El femicido de Carla Pereira
El domingo 25 de junio de 2017, Nahir Nazareno Pérez (17) le dio una golpiza a su pareja, Carla Pereira (31), en la casa donde convivían.
El agresor, que practicaba kick boxing, la encerró con llave y le pegó, pero Carla logró escapar y pidió auxilio a sus vecinos.
El lunes 26 comenzó a sentir los efectos de la paliza, no coordinaba para caminar y hablaba incoherencias por lo que la llevaron al Hospital de La Toma y de ahí la derivaron al de San Luis, donde falleció el 29 de junio.
Dos años después, el femicida fue condenado a 20 años de prisión por ser menor de edad al momento de cometer el delito, lo que redujo un tercio la pena a prisión perpetua que le correspondía.