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El por qué del fenómeno Red Hot Chili Peppers: debut en un River agotado y sumarán 150 mil personas este finde

A 30 años de su primera visita a la Argentina, cuando reventaron Obras y subieron con cascos lanzallamas el escenario, los músicos de Red Hot Chili Pepper deben ser los más asombrados de su poder de convocatoria local: 150 mil personas en dos fechas con localidades agotadas en River, el pasado viernes 24 y este domingo 26.

Sin el espíritu adolescente de Taylor Swift ni las polémicas de Roger Waters, el legendario grupo californiano dio un extraordinario recital rock a la antigua, sin pasarelas, fuegos artificiales, explosiones y prácticamente sin arengas, con todo el eje puesto en las improvisaciones y zapadas alrededor de una colección de grandes éxitos.

Anthony Kiedis, Flea y Chad Smith.ya habían venido siete veces al país, tocando en lugares como el Luna Park, el Lollapalooza en el Hipódromo de San Isidro y varios River. En cambio el guitarrista John Frusciante solo había estado tres veces, dado que salió y volvió varias veces del grupo por adicciones y rehabilitaciones.

Flea y Anthony Kiedis de Red Hot Chili Peppers en River. Repiten este domingo. Foto Emmanuel FernándezFlea y Anthony Kiedis de Red Hot Chili Peppers en River. Repiten este domingo. Foto Emmanuel FernándezSin embargo es justo afirmar que estos cuatro músicos son la formación más clásica y contundente de Red Hot Chili Peppers, gracias al inmenso aporte de Frusciante en guitarras y coros.

Se nota que los demás disfrutan su presencia y su manera de improvisar en los inicios y finales de las canciones, transándose en grandes zapadas con Flea y Chad Smith, mientras el cantante bailotea como un demonio de Tasmania poseído por Bruce Lee, incluso a pesar de estar con una bota ortopédica.

El fervor de los fans

Un total de 75 mil fans llenaron el Monumental y volverán a hacerlo este domingo, sumando el equivalente de 10 shows en el Movistar Arena o 30 recitales en Obras. Una barbaridad por donde se lo mire.

Michael Peter Balzary, más conocido como Flea, en River a los 61 años. Foto Emmanuel FernándezMichael Peter Balzary, más conocido como Flea, en River a los 61 años. Foto Emmanuel FernándezTampoco es casualidad, sino el resultado de tantas visitas: enero de 1993 en Obras, octubre de 1999 en el Luna Park, enero de 2001 en Vélez, octubre de 2002 en River, octubre de 2011 en River, abril de 2014 en Lollapalooza y marzo de 2018 en el mismo festival.

El público no solo corea los estribillos de los hits, sino que reconoce las canciones desde el primer compás y pega gritos de alegría. La gente es capaz de dedicarle un «¡Olé olé olé!» no solo a la banda sino incluso al guitarrista, y por supuesto que el momentos clave arrancan los saltos y brazos en alto.

Agradecido, Flea saludó con un «Buenos Aires, mucho amor, gracias» , para luego agregar en inglés «We’re honoured to be here».

El guitarrista John Frusciante, guitarrista y cantante de los característicos coros de las canciones de Red Hot Chili Peppers. Foto Emmanuel FernándezEl guitarrista John Frusciante, guitarrista y cantante de los característicos coros de las canciones de Red Hot Chili Peppers. Foto Emmanuel FernándezUn concierto de Red Hot Chili Peppers es una suerte de misa ricotera, con una puesta tradicional (cero metros de pasarela), un gran trabajo psicodélico en las inmensas pantallas de video y un sonido impecable.

Y como buenos exponentes del rock alternativo, nunca buscaron reproducir fielmente sus discos, sino que los temas ganan intensidad, energía y fuerza con improvisaciones que rescatan y revitalizan una energía primal.

Flea y Chad Smith, una de las bases más contundentes del rock. Foto Emmanuel FernándezFlea y Chad Smith, una de las bases más contundentes del rock. Foto Emmanuel Fernández

Catarata de hits

En los papeles, esta actual gira mundial coincide con el lanzamiento de dos nuevos discos el año pasado, Unlimited love y Return of the dream canteen. Pero también es una celebración de sus 40 años de trayectoria y permanencia en la cima, así que la lista de temas no se detuvo en los más nuevos (apenas títulos como Aquatic mouth dance y Eddie).

Anthony Kiedis, de Red Hot Chili Peppers, siempre atrapante y poderoso en vivo. Foto Emmanuel FernándezAnthony Kiedis, de Red Hot Chili Peppers, siempre atrapante y poderoso en vivo. Foto Emmanuel FernándezEl resto fue una seguidilla de hits que ya son clásicos del rock, como Can’t stop, Parallel universe, Californication, By the way y Give it away.

Fue un atropello de funk y rock a todo ritmo y velocidad, con una sincronía imposible entre Flea, Frusciante y Smith, más el estilo por momentos rapeado de Kiedis.

La calma y las melodías perfectas llegaron con The zephyr song, Soul to squeeze y el más reciente Black summer. Insólitamente, tenían previsto hacer Under the bridge en los bises, cuando el recital rozaba las dos horas, pero a último momento lo cambiaron por I could have lied, un tema del ’91.

Hasta hubo lugar para rarezas como un cover de Syd Barrett (Terrapin), un guiño a Funkadelic y otro al London calling de The Clash.

Una vez más, Red Hot Chili Peppers vino, vio y venció. Dos River le quedaron chicos, ¿adónde tocarán la próxima vez o cuántas fechas tendrán que hacer para dejar satisfechos a tantos fans?

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