Lo que no mata te fortalece, dice el famoso dicho popular. Y la derrota de la Selección Argentina frente a Arabia Saudita en el debut de Qatar 2022 no mató al equipo dirigido por Lionel Scaloni, aunque las dudas abordaron a los hinchas argentinos que llegaban con plena confianza al Mundial. Lo fortaleció.
Tras un flojo primer tiempo ante México, producto de la tensión que significaba la posible eliminación, el gol de Lionel Messi a los 19 minutos del complemento fue el quiebre. A partir de allí, la Scaloneta recuperó la confianza y ese triunfo en Lusail dio lugar a momentos inolvidables. Y uno de ellos tiene como protagonista a Tomás Calvo, alias El Chispa.
Después de la victoria ante una insulsa Polonia, la recuperación estaba confirmada y en las tribunas del Estadio 974 este hincha, que es amigo personal de Germán Pezzella, celebraba aliviado. ¿Qué es lo curioso en él? Llevaba puesta una camiseta con el número 18 y el nombre de Scaloni en la espalda, la misma que usó el DT cuando fue campeón mundial sub-20 en la edición de Malasia 1997.
Es una reliquia. Una prenda de las más valiosas simbólicamente para cualquier amante del fútbol. Por eso, no se quería desprender de ella por nada en el mundo. Pero, a medida que la Selección avanzaba en el torneo, su ilusión lo llevó a hacer una loca promesa. «Si salimos campeones del mundo, le doy la camiseta», pensaba para sus adentros. Y así fue.
Julián Álvarez abrió la cuenta ante Polonia, cuando comenzó la historia de El Chispa. (Xinhua/Pan Yulong)Vino la victoria ante Australia en octavos de final, el golpazo del 2-2 a Weghorst y agónica victoria por penales frente a Países Bajos, la goleada a Croacia en semis y la histórica consagración contra Francia. Y la promesa debía cumplirse.
Lo que no se imaginó, y que tampoco planeó, fue que iba a obtener una reliquia aún mayor a cambio.
Bajó al campo de juego y se acercó al entrenador, minutos después de consagrarse campeón del mundo. «Cuando le dije que se la quería regalar, no lo podía creer. Una locura total que el tipo no se la quería quedar. ‘No, no, es tuya’, me dijo. Una humildad terrible”, relató en una entrevista.
Terminó accediendo Scaloni. De hecho, levantó la Copa del Mundo con una camiseta que decía su nombre. Estaba muy agradecido de recuperarla, incrédulo realmente. Por eso, también le hizo un regalo a este hincha: la remera con la que dirigió la final.
Scaloni levanta la Copa del Mundo de Qatar 2022 con la camiseta con la que fue campeón juvenil 25 años antes. (Fernando De La Orden/Clarín)Cuatro años antes había estado en Rusia 2018, cuando Scaloni era uno de los ayudantes de campo de Jorge Sampaoli. Lamentó la derrota 4-3 contra Francia en aquella oportunidad y se quedó con ganas de festejar.
Curiosos los caminos del destino, sin aquella decepción, probablemente, el de Pujato no hubiera llegado a ser entrenador de la Selección. Y esta bonita historia nunca hubiera podido ser cierta.