Un estudio reciente de la consultora Focus Market confirmó lo que ya se vive en cada hogar trabajador: los bajos salarios hacen que el aguinaldo se destine cada vez más a sobrevivir, no a proyectar.
Una situación que empeora
En la Argentina de Milei, los salarios pierden por goleada. El reciente informe sobre los destinos del Salario Anual Complementario (SAC) o aguinaldo refleja con crudeza esa realidad: según Focus Market, el 40% de quienes lo cobran lo usará para saldar deudas o cubrir gastos corrientes.
La encuesta, realizada sobre 7.500 casos, muestra que el 31% destinará el aguinaldo al pago de expensas, servicios, colegios, medicina prepaga, entre otros ítems básicos. Otro 9% lo empleará en el pago de deudas, y un 2% en stockearse en supermercados.
Comparando con los datos de diciembre de 2024, se notan cambios importantes: el uso del aguinaldo para gastos generales pasó del 7% al 31%; la compra de dólares bajó del 24% al 16%; y el rubro vacaciones cayó del 15% al 11%. El ingreso extraordinario, que antes permitía ahorrar o disfrutar, hoy apenas sirve para tapar agujeros.
El informe lo resume así: “Aún con emisión cero y un dólar relativamente contenido, los salarios no despegan lo suficiente. La baja nominalidad y el rezago en los ingresos hacen que, en muchas familias, este ingreso semestral sea la única forma de ponerse al día. Lo que antes era una oportunidad para proyectar (ahorrar, invertir, darse un gusto), hoy es apenas un salvavidas para sostener el consumo esencial del hogar”.
Por su parte, Damián Di Pace, director de la consultora, agregó: “En un país donde la plata rara vez alcanza y el ingenio para estirar el dinero es parte del ADN nacional, el aguinaldo siempre fue algo más que un ingreso extra: fue una bocanada de aire, una pequeña ilusión de descanso, una escapada, o ese gusto que durante meses quedó en pausa. Sin embargo, la coyuntura 2025 ofrece una postal distinta. Este año, el argentino promedio parece tener claro que el disfrute puede esperar. La prioridad, esta vez, es llegar a fin de mes”.
Llegar a fin de mes, una tarea titánica
Las familias trabajadoras vienen rebuscándoselas de mil maneras para cumplir con la tarea titánica de llegar a fin de mes en medio del brutal ajuste libertario. Nada fácil con salarios que no le ganan nunca a la inflación.
Estudios como este apenas rozan la superficie de una crisis más profunda. Revelan una verdad incómoda: incluso el aguinaldo, un derecho que no todos los trabajadores tienen garantizado, ya no alcanza ni para respirar. En vez de alivio, llega como parche de emergencia.
Mientras tanto, Adorni relativiza la suba de la desocupación argumentando que “hay más gente buscando trabajo”. Siguiendo esa lógica perversa, el gobierno tranquilamente podría decir que hay más hambre porque “hay más gente que quiere comer”.
Reforma laboral con CGT servil
En este clima de ajuste e insensibilidad, la CGT se sienta a dialogar con el gobierno en el pomposo “Consejo de Mayo”, donde se discute la implementación de la reforma laboral. Una central que ya era traidora, ahora ni siquiera simula ser opositora.
Por eso, frente a esta política de empobrecimiento, es urgente impulsar la coordinación de los conflictos en curso tras un eje común: un aumento salarial de emergencia en todas las ramas y sectores. El aguinaldo debería ser un derecho y un respiro. Hoy, bajo este gobierno, es apenas un salvavidas. Pero hay fuerza organizada para revertirlo.