La actual concejala y precandidata a renovar su banca, esta vez por Rosario Sin Miedo dentro de la Paso del peronismo, cuestionó la falta de diálogo y participación del gobierno nacional, fustigó a los gobiernos local y provincial, y destacó la necesidad de escuchar más a la sociedad y defender a los trabajadores, en alusión a otro sector del Partido Justicialista
Por Luciana Mangó
La concejala Norma López buscará renovar su banca en el Palacio Vasallo en la lista que encabeza Juan Monteverde en Rosario Sin Miedo para las próximas elecciones primarias que tendrán lugar el 13 de abril. Para la legisladora y candidata, se trata de una nueva etapa de construcción política que respeta los ideales que defendió desde otros espacios del peronismo y que hoy enarbola desde la agrupación Comunidad. Desde su lugar en la oposición cuestionó al oficialismo local, al que le achacó semejanzas con el gobierno de Milei, al que calificó de fascista, y habló de la necesidad de sumar participación ciudadana y defender los derechos de trabajadoras y trabajadores. En diálogo con El Ciudadano remarcó los ejes de campaña y los principales temas de discusión del municipio: salud, servicios públicos, seguridad y acceso al agua.
—¿Cómo fue el armado de listas?
—Políticamente fue un armado interesante en la ciudad de Rosario. Veníamos trabajando en forma conjunta con Ciudad Futura, Movimiento Evita, Unidad Popular y otros sectores para lograr una representación amplia. Siempre los cierres de lista son tensionantes, porque la gente suele pensar que hay mucha rosca. Y, en cierta forma, lo es, porque construir política y alianzas con ideales comunes entre agrupaciones no es sencillo. ¿Cuál es el rol de los trabajadores? ¿Cuál es el rol del Estado? ¿Cómo el municipio debe tener políticas públicas para el cuidado de las personas, la seguridad, los servicios públicos y la salud? Pero también hay que consolidar eso en nombres que representen no sólo un espacio, sino también estas ideas. Siempre hay tensión en esa instancia, pero este cierre de listas fue el más tranquilo por la convicción en la construcción y porque estamos en una nueva etapa de construcción política con estos espacios, con Rosario Sin Miedo. Es algo nuevo y ponemos mucho esfuerzo en esta construcción. Tenemos expectativas y coherencia política. Siempre me ha preocupado, como militante y dirigente, ser coherente con los ideales que defendemos desde hace tiempo. Hoy, esos ideales requieren otras prácticas políticas, pero sin cambiar lo que creemos que debe ser la política a disposición del pueblo. Fue un momento interesante y llevadero con compañeras y compañeros.
—¿Cómo ves el escenario político actual? ¿Creés que tiene chances el oficialismo? ¿Qué lugar creés que va a ocupar La Libertad Avanza?
—Estamos atravesando un proceso político totalmente diferente a otras épocas. Es difícil compararlo con instancias pasadas, como el 2001 o la década del 90, pero está vinculado a la raíz de la ruptura del pacto social entre la política y la ciudadanía. Los sectores que hoy nos gobiernan a nivel nacional tienen un fuerte reflejo en la provincia y el municipio. Aunque Pullaro y Javkin digan lo contrario, están alineados con Milei. La situación actual está exacerbada por el panorama internacional y el crecimiento de sectores políticos que antes estaban latentes en nuestro país. Esto no es una derecha tradicional; es algo más grave. La derecha cuando tiene participación de la gente y está organizada en defensa de intereses te permite plantear diferencias dentro del juego democrático. Lo de Milei es fascismo, y es gravísimo que el intendente y el gobernador coqueteen tanto con eso. Hoy, la democracia está en riesgo. Lo que se propone desde el oficialismo es oscuro: violencia, descrédito permanente y una narrativa que se refleja incluso en la apertura de sesiones del Concejo Municipal, donde el intendente copió a Milei, provocando y haciendo denuncias falsas. No lo esperaba de Pablo Javkin, siempre lo consideré una persona de la democracia, forma parte de uno de los partidos más tradicionales, pero el desgaste como intendente lo ha llevado a instaurar un modo más violento y de persecución a los sectores opositores. Hizo antiperonismo expreso con acusaciones. Anunció obras para Rosario que, aunque necesarias, ya habían sido anunciadas y tienen financiamiento de la provincia y la Nación. Muchas habían sido anunciadas en 2024 y otras en 2023. Esto de «miente, miente, que algo quedará» es una práctica del fascismo que debemos desterrar. Si criticamos la falta de representatividad política en la coherencia y expectativas de la población, que está enojada con las prácticas políticas de cierta dirigencia, tenemos que cambiar eso porque la única posibilidad de cambiar las condiciones de vida de la sociedad es con la política, pero con la gente, no gritándole ni diciéndole para qué lado tiene que ir. Estamos en un momento crítico. Vamos a tener la obligación junto a nuestro electorado no sólo de seguir respetando las banderas del peronismo sino el compromiso de ejercer una práctica política con mayor participación y en defensa de los intereses. Tenemos que hacer más y mejor peronismo porque el peronismo en la última etapa se olvidó de la defensa de los trabajadores, se quiso convertir en otra cosa. Nosotros somos parte de una estructura partidaria que representa sectores trabajadores y les soltamos la mano, hay que recuperar eso.
—¿Qué lugar ocupa la oposición en este escenario?
—Hay que escuchar un poco más a la sociedad. En Rosario, la oposición no es destructiva. No nos limitamos a bajar votos; siempre llevamos soluciones. Los concejales y concejalas que formamos parte de la oposición generamos propuestas y acompañamos a los vecinos en sus necesidades. Con Juan Monteverde recorremos las calles, hablamos con las instituciones y escuchamos. Muchas veces, las instituciones necesitan apoyo político para desarrollar proyectos, como mejorar plazas, seguridad o iluminación. Javkin, alineado con esta derecha que coquetea con el fascismo, ha constituido un núcleo duro donde nadie le dice que no. Pero eso no se sostendrá en el tiempo, porque incluso dentro de su espacio hay diferencias. Nosotros, como oposición, tenemos vocación de construir justicia social y poder popular, y poner en debate temas que estaban guardados. Hoy, bajo el gobierno de Milei, donde todo el que piensa diferente es desacreditado, ha habido errores de dirigentes de la oposición de callarse o no sostener el mismo relato, compromiso o la defensa de los ideales por temor al maltrato. Milei es la cara de grandes acuerdos vinculados a corporaciones, a los sectores más recalcitrantes y retrógrados de la sociedad, a líneas de pensamiento que no admiten la diferencia. Pero nosotros no somos eso. Tenemos mucho para generar en esta nueva instancia, sosteniendo los valores de la política.
—¿Cuáles serán los ejes de tu campaña? ¿Qué temas vas a plantear como prioritarios?
—El municipio está en muy malas condiciones. La ciudad huele mal, está sucia, y el sistema de recolección de basura está colapsado y no se plantea modificarlo. El intendente reconoce ahora que hay minibasurales, como si acabara de asumir, cuando lleva 5 años en el cargo y va por su segundo mandato. Desde el día uno de su primer mandato habla de las «plazas de bolsillo» para evitar microbasurales. Las plazas de bolsillo significa que cuando hay un espacio libre no lo ocupen indebidamente. Pensar que las plazas de bolsillo están hechas para que no hagan un microbasural es un error de la política. Debemos pensar en otras acciones. La higiene urbana, el transporte público y los servicios básicos son prioritarios. El sistema de salud está colapsando, en un momento donde la economía está deteriorada.
Para el Día de la Mujer una de las consignas del movimiento de mujeres fue el acceso a anticonceptivos. Por haberse peleado el presidente de la Nación con la Organización Mundial de la Salud tenemos un grave problema en la inmunización de la sociedad con vacunas tradicionales que están hoy llegando al 80% de la inmunidad social, cuando tendrían que llegar a un 94 por ciento. Esto puede significar que haya rebrotes de enfermedades que ya teníamos desterradas en nuestro país por falta de vacunación y porque no se sostiene la política pública. No podemos permitir que una madre llegue a un centro de salud y le digan que no hay vacunas porque Nación no las envía.
Es muy importante poner sobre la mesa los grandes ejes del municipio: salud, servicios públicos, seguridad, acceso al agua. Hace décadas que se habla de que como es un servicio provincial no se puede avanzar. Todos los gobiernos provinciales desde Obeid hasta aquí, es decir, un recorrido de los gobiernos del peronismo, del socialismo y el actual de Pullaro se han comprometido con la sociedad para llevar adelante el acueducto. Siempre hay un pasito más, pero el acueducto nunca llega. Eso es la garantía para que todos tengamos agua. En el medio hay que hacer cosas. No puede ser que hoy una familia abra la canilla y no tenga agua. No puede ser que hoy haya lugares donde una canilla se utilice como comunitaria.
También hay que hablar de cuestiones políticas que tengan que ver no solamente con el municipio, y acompañar a los trabajadores y trabajadoras, junto con una reforma de la Justicia. Son temas que, aunque no nos incumban porque no los podemos votar, tenemos que acompañar un proceso para exigirlos.