La Segunda Guerra Mundial dejó huellas de horror y muerte en varios países del mundo, y una de esas oscuras historias fue retratada en la película de Steven Spielberg “La Lista de Schindler” (1993), la cual mostró los terribles episodios que se vivieron en los campos de concentración de Europa. Tras casi 80 años de terminado el conflicto bélico, el 26 de febrero pasado murió Francisco Wichter (99), el último sobreviviente de la famosa nómina elaborada por el empresario Oskar Schindler.
Su nombre real era Feiwel Wichter (nacido en Polonia en la ciudad de Marski en 1926), era el número 371 de la lista del conocido empresario que salvó la vida de cientos de personas y uno de los integrantes que ocupó la fábrica de municiones de Brünlitz (Checoslovaquia), y finalmente culminó en el campo de concentración de Plaszow, en Cracovia, donde logró ser incorporado a la conocida nómina que le salvó la vida.
La noticia del deceso de Francisco, ocurrida en la ciudad de Buenos Aires, llegó a través de su nieto, Tomás Wichter, periodista deportivo que vivió parte de su vida en Bahía Blanca. “Te cuento que falleció mi abuelo, quien dedicó gran parte de su vida a contar su historia y legado. Si su muerte sirve para reflotar su historia, bienvenido sea”, escribió.
El escape de Francisco Wichter a la Argentina
En 1945, el propio Schindler les dijo a sus empleados unas pocas palabras que, a esa altura de sus vidas, creían imposibles de escuchar: «son libres». Alemania se había rendido, Adolfo Hitler se había suicidado y la Segunda Guerra Mundial comenzaba a extinguirse.
Los empleados de la fábrica habían logrado, gracias a los sobornos que pagaba Schindler a los oficiales alemanas, que todos los incluidos en su lista de trabajo no fuesen enviados a Auschwitz, el campo utilizado por los nazis para el exterminio de sus prisioneros.
Con la ayuda de una organización sionista logró llegar a Italia y de allí embarcar hacia la Argentina, ingresando por Paraguay, donde se radicó en 1947. Desde entonces y hasta 1993 jamás había hablado de su pasado, de sus noches en el bosque escondido entre las hojas, de los campos de concentración ni de Oskar Schindler.