Leonardo Volpe / Especial para El Ciudadano
El Club Atlético Central Córdoba tuvo su génesis en el antiguo Córdoba and Rosario Football Club, que participó en la Rosario Association Football League en 1897. Sabemos que dicho club ya existía en 1897, conformado en el ferrocarril de nombre homónimo y que en 1905 intervino en la primera edición de la Copa Pinasco de la Liga Rosarina de Football, constituida ese mismo año en el Hotel Britannia, sito en San Martín, entre Tucumán y Catamarca. Por ello la fundación de Córdoba and Rosario Athletic Club fue en realidad una formalización que se realizó al conformar el acta N° 1 el 20 de octubre de 1906, en una breve reunión (duró diecisiete minutos) efectuada en el hall principal de la estación Córdoba y Rosario, ubicada en bulevar Rosarino (actual 27 de Febrero) 583.
La vinculación con el club anteriormente citado es notoria, ya que por ejemplo Benjamin Carman fue integrante de los equipos de Córdoba and Rosario Railway Football Club (así figura en los periódicos porteños redactados en inglés The River Plate Sport and Pastime) en 1897, el conjunto de Córdoba and Rosario Railway Athletic Club que jugó la Copa Pinasco en 1905 y en equipos posteriores una vez elaborada el acta de 1906. Además, es importante señalar que la asamblea llevada a cabo el 20 de octubre de 1906 fue una formalización y organización estatutaria de un club que ya existía previamente, formado en el seno del Ferrocarril Córdoba y Rosario (en inglés Córdoba and Rosario Railway). Y que ante la necesidad de presentar una acta se decidió la reorganización, que estuvo a cargo de Zenón Cabral.
Esto queda claro al leer las palabras del acta N° 1 que el historiador charrúa Julio Rodríguez encontró en el semanario Reflejos del 30 de noviembre de 1929. Allí publicaron lo siguiente: En la ciudad del Rosario de Santa Fe, a los veinte días del mes de octubre de 1906 se reunió la Comisión Directiva del Córdoba and Rosario Railway Athletic Club en la calle Bulevar Rosarino 583, estando presentes los señores Truman, Juan; Bustos, Natalio; López, Carlos; y Montanaro, Alfredo, asistiendo como Secretario por falta del titular el Sr. Cabral, Zenón y siendo las 9 PM la Presidencia que la representa el Vice Sr. Truman declara que siendo de capital importancia que la sociedad recientemente formada dé sus estatutos y no estando la comisión para que en la posible brevedad presente un proyecto de estatutos a los que deban sujetarse los actos de la asociación de que formamos partes, a la que, los Señores Comisionados presentes, presten su asentimiento y en consecuencia se resuelve, por unanimidad nombra una Subcomisión para el proyecto de referencia a los señores H. King, Lorenzo Milanoli, Donato Molina y Zenón Cabral. No estando en número suficiente para tratar otros asuntos se levanta la sesión siendo las 9.17 PM». En la foto de portada podemos observar la fachada antigua de la estación del Ferrocarril Córdoba and Rosario hacia 1910. Tras un incendio, en 1925 se reinauguró su frente, que adquirió el aspecto que aún perdura.
Luego el club adoptó tras una asamblea realizada el 15 de octubre de 1914 la denominación de Ferrocarril Central Córdoba, ya que la empresa ferroviaria de firma británica había cambiado su nombre también. Asimismo, ese mismo día se dejó de lado la casaca tricolor roja punzó, azul y amarilla a rayas verticales y se adoptó la hoy tradicional azul con vivos rojos, que eran los colores representativos de la compañía de trenes. La propuesta fue efectuada por Claro Arturo Charras. Cabe destacar que anteriormente en 1905 la casaca utilizada fue una totalmente blanca. Rápidamente se suprimió la denominación Ferrocarril en el nombre de la institución, que se llamó Club Atlético Central Córdoba.
El apodo charrúa
Para comprender el origen de este apodo, es necesario retroceder en el tiempo hasta 1911. Ese año, supuestamente (según publicó Cipriano Roldán en Anales del Fútbol Rosarino en 1959) se produjo un incidente en una reunión del Consejo Directivo de la Liga Rosarina de Football, en la que participaron Claro Arturo Charras, representante de Ferrocarril Córdoba y Rosario, y Alejandro Berruti, un reconocido crítico teatral y periodista de la época. La discusión entre ambos derivó en un altercado que trascendió a la prensa. Al día siguiente, Berruti publicó un artículo en el extinto diario La Nota, en el que se refirió a Claro Charras y su hermano Juan como «charrúas» de manera irónica. Sin embargo, este apelativo terminó siendo adoptado por los simpatizantes del club y se convirtió en un símbolo de identidad para la institución. Del mismo modo, los hinchas y jugadores Central Córdoba se apropiaron de este apodo y hasta el día de hoy se sienten orgullosos de ser llamados charrúas. Incluso el mote se convirtió en un símbolo de su identidad y pasión por el club.
Sus canchas
Central Córdoba ubicó su cancha en algunos lugares diferentes, antes de asentarse en su ubicación actual, ya hace 118 años. Pero a diferencia de otros clubes, se mantuvo siempre en un mismo barrio, Tablada. El primer campo de juego se situó en las intersecciones de las calles Ocampo, Buenos Aires, bulevar Rosarino y 25 de diciembre. Luego, el club se mudó a un terreno cercano, en 25 de Diciembre entre Viamonte y Ocampo, y finalmente se instaló en su ubicación actual en 1907, entre las calles Virasoro, Gálvez, 25 de Diciembre y 1° de Mayo.
Reformas y ampliaciones
A lo largo de los años, el estadio ha sufrido varias reformas y ampliaciones. En la década de 1920, se construyeron las primeras tribunas y se realizaron mejoras en la cancha. En 1957, tras el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino, se exigió la ampliación de la capacidad del estadio. Se realizaron reformas que incluyeron la construcción de nuevas tribunas y el cambio de orientación de la cancha. En 1958 además el club logró comprar los terrenos donde se erige su estadio.
El estadio Gabino Sosa
En 1969, el estadio fue bautizado con el nombre de Gabino Sosa, en un merecido homenaje realizado en vida durante la cena de celebración del 63° aniversario de la institución.