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Crimen de Diego Fernández: las declaraciones de los testigos que contradicen la versión de Cristian Graf

Cristian Graf, sospechoso por la muerte de Diego Fernández Lima, ratificó su inocencia en la causa que investiga el caso del joven que estuvo desaparecido desde 1984 y expresó que desconoce cómo llegaron sus restos al patio de su casa, ubicada en el barrio de Coghlan. El hombre también desligó a su familia del hecho y reafirmó su colaboración para aclarar las dudas, aunque algunos de los datos que brindó se contradicen con lo que declararon los testigos ante la Fiscalía.

Este jueves, el excompañero de colegio de Fernández Lima habló por primera vez con la prensa a través de una larga entrevista que dio al canal TN, donde aseguró que «no era amigo» de la víctima, «no tenían contacto» y que solo compartieron un año de clases en la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36 Almirante Guillermo Brown. Además, dio detalles acerca de cómo los albañiles que estaban trabajando en su terreno encontraron los huesos.

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“Entiendo el señalamiento, pero hay que entender que el cuerpo apareció abajo de la ligustrina cuando hacían las excavaciones de la medianera”, indicó Graf al mencionar que su familia se siente expuesta por la situación. En su testimonio, también rechazó algunas de las versiones que giraban en torno a su relación con Diego y las supuestas hipótesis que le había explicado a los obreros sobre la presencia de los restos en esa zona.

Este martes, el juez Alejandro Litvack rechazó el pedido que hizo el fiscal Martín López Perrando para que Graf se someta a declaración indagatoria en el caso, que lo investiga por presunto encubrimiento agravado y supresión de evidencia. El magistrado le solicitó que readecue legalmente su hipótesis a efectos de evitar posibles futuras nulidades.

En las últimas semanas, pasaron más de 30 testigos por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 61, entre los que se encuentran amigos y familiares de Diego, excompañeros de la escuela y los albañiles que trabajaron en la propiedad ubicada en Avenida Congreso, incluyendo al encargado de Seguridad e Higiene de la obra.

Su vínculo con Diego Fernández Lima

El 20 de mayo pasado, quienes trabajaban en el patio de la vivienda encontraron 150 huesos humanos y, tras avisarle a la familia Graf, se llamó a la Policía. La noticia tomó notoriedad porque se trata de un chalet lindero a la casona en la que vivió el músico Gustavo Cerati entre 2001 y 2003, que le alquilaba a la artista Marina Olmi, hermana del actor Boy Olmi.

Más de dos meses después, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó que los restos pertenecían a Fernández Lima, que tenía 16 años al momento de su desaparición, en 1984. Ante este dato, un excompañero de la víctima que actualmente reside en México se contactó con la Justicia y dijo que Diego y Cristian habían asistido al mismo colegio y eran «amigos».

Por otro lado, otro hombre que también asistió a la ENET Nº36 en la década de los ochenta comentó que supuestamente Diego tenía una moto y que a Cristian le gustaban este tipo de vehículos y los reparaba, sumando un condimento más al vínculo. En tanto, otros excompañeros recordaron que Fernández jugaba al fútbol en Excursionistas y era «gracioso, amiguero y querido«; mientras que a Graf lo describieron como alguien «tímido» que no hablaba mucho y no solía con el grupo porque venía de otra escuela.

Diego Fernández Lima tenía 16 años al momento de su desaparición.

Durante el reportaje con TN, el sospechoso reconoció que había asistido a esa escuela técnica pero negó haber tenido algún tipo de vínculo con el joven desaparecido por más de cuarenta años. «Nunca tuve contacto con Diego ni con su familia. No éramos amigos y no recuerdo la última vez que lo vi», afirmó.

«Me están acusando de algo que no es y me tiraron un muerto. No sé si fue intencional, es raro”, añadió. “Lo único que me liga con Diego Fernández es que compartimos un año en el colegio. Él repitió, y yo pasé a tercer año. Terminé ahí y me cambié de colegio porque tenía materias previas», continuó diciendo.

Sobre el tema de la motocicleta de la víctima, respondió tajante: «A mí no me gustan, no arreglé motos y no tuve ningún carnet de conducir de motos”.

El lugar donde hallaron el cuerpo

El fiscal López Perrando también escuchó los testimonios de los hombres que trabajan en la casa. El arquitecto responsable de la obra recordó que habló con la Policía y notificó a aproximadamente “80 centímetros de la tierra, había restos óseos de un ser humano», entre los que se hallaba el cráneo.

Uno de los trabajadores confirmó esa versión y precisó que Graf mostró preocupación por las excavaciones cercanas a la medianera y la pileta, zona en la que se encontraron los huesos. También mencionó el dueño de la casa les llegó a prohibir que trabajaran cerca de un árbol próximo a ese lugar: “’Ese bananero no lo toquen’, nos dijo”.

«Nos llamó la atención porque estaban haciendo una medianera nueva. No tenía mucho sentido que prohíba el trabajo por un árbol que en sí mismo no llamaba la atención ni nada por el estilo, que además estaba en el terreno de la propia obra», agregó. También puntualizó que el hombre siguió de cerca la labor de los albañiles sentado en una silla en e insistió en que «se lo notaba preocupado».

«Estábamos trabajando y haciendo la excavación y, sin querer, encontramos un par de huesos. Y, al ser curiosos, seguimos excavando más y constatamos que era huesos de humanos. Estaban casi pegados a la medianera, a la parte lindera a la del vecino», sostuvo el obrero, que añadió que al momento del hallazgo la familia Graf estaba presente.

Los peritos establecieron que el entierro de los restos de Diego se realizaron en el terreno propiedad de Graf, pero el acusado sostuvo que fueron encontrados “debajo de la medianera” y “todo fue en la obra de al lado”, en relación a casa en la que vivió el ex Soda Stereo. «Toda la pared hasta el techo de chapa era ligustrina. Era un cerco de un metro y medio, no había pared porque es nueva, antes era ligustrina con alambre”, dijo.

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Acerca de su actitud y la preocupación con respecto al árbol, manifestó: “Lo que le dije a los obreros fue que tuvieran cuidado cuando hacían el pozo para no romper la Santa Rita -un tipo de planta trepadora-. Al final se la terminó sacando, porque estaba pegada a la pared”.

Las tres teorías de Graf sobre la aparición de los restos

Otro de las declaraciones que mayor revuelo generó fue la del encargado de Seguridad e Higiene en la obra de Coghlan, que afirmó que Cristian Graf habría dado tres hipótesis de lo que pudo haber sucedido con los huesos y los objetos que se hallaron en su terreno. Entre esos elementos había una moneda japonesa, un corbatín escolar y un reloj-calculadora Casio CA-90 que luego se comprobó que pertenecían a Diego.

Los objetos encontrados junto al cadáver.

«Dijo ‘donde es mi casa pudo haber sido una iglesia’. Dijo que los curas pudieron haber enterrado a los que se iban muriendo. Después, que muchos años atrás hubo un establo y, al final, contó que tuvieron que nivelar el terreno del fondo donde está ubicada la pileta y pidió tierra para nivelarla y los huesos pudieron haber estado en el camión”, rememoró el técnico.

Para el fiscal, esas versiones no tendrían sustento pero comprobarían que el hombre conocía supuestamente la existencia de los restos óseos en el lugar y quería «desviar la atención deliberadamente y generar hipótesis falsas» para confundir a los investigadores.

El sospechoso rechazó principalmente la última idea y contó que él la explicó al revés: “Habían dicho que yo había traído tierra cuando quise hacer la pileta, pero es imposible porque tenés que sacar tierra para eso. Están cambiando las cosas con respecto a la realidad. El camión con tierra no va a entrar por la casa; si tiene que entrar tierra es con una carretilla».

«Hubo una iglesia acá, no sé cuánto tiempo estuvo. Pero eso es cierto, estuvo. Después de eso se cortó el diálogo con los obreros», completó. Por último, sostuvo que «le da bronca» saber que no es culpable y ser acusado, a pesar de que señaló entender las acusaciones de la familia y los vecinos. “La causa prescribió, todos queremos saber quién fue para estar en paz, tanto la familia Fernández como nosotros», cerró.

FP / Gi

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