La situación económica y operativa en Lácteos Verónica no deja de complicarse y la compañía, que atraviesa un derrumbe completo de su producción, sigue sin contar con fondos frescos para afrontar el pago de los haberes de los últimos meses. En esa dirección, la compañía apenas cubrió poco más del 6% de cada uno de los salarios correspondientes a junio, aún debe los aguinaldos y tampoco cuenta con liquidez para afrontar los sueldos de julio. A la par, negocia avanzar con su Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) y la propuesta de recortar al menos 200 puestos de trabajo en el corto plazo. Lácteos Verónica debe miles de millones a partir de casi 2.500 cheques sin fondos que giró en los meses recientes.
Legisladores que siguen de cerca la situación en la láctea expusieron que la firma mantiene los incumplimientos y sigue sin dar muestras de recuperación. En esa dirección, el diputado santafesino Carlos del Frade expuso en su espacio en redes sociales que «el sueldo del mes de junio solamente había sido pagado en un 6 por ciento».
«Ante el reclamo de completar los salarios, la patronal de Verónica anunció que depositó un 1,6 por ciento más: menos de 45 mil pesos en promedio para cada trabajador«, detalló.
Lácteos Verónica: sueldos adeudados y plan de recortes
El otro aspecto que levantó controversia está en que el porcentaje exiguo que abonó la compañía láctea habría sido en dos cuotas, según fuentes cercanas a los empleados de la firma.
Vale recordar que, en señal de protesta, los trabajadores de la empresa siguen implementando una retención de crédito laboral de cuatro horas por turno y, en paralelo, la reducción de jornada a tres días semanales.
Al mismo tiempo, también proliferan las acusaciones de presunta «crisis inducida» por parte de empleados y funcionarios provinciales. En ese sentido, se mencionan posibles maniobras de triangulación de activos rurales y maquinaria entre Lácteos Verónica y Las Becerras, otra empresa ligada a los Espiñeira.
Lácteos Verónica viene mostrando una visibilidad mediática y social cada vez mayor a partir de un parate operativo total que, entre otras cuestiones, mantiene al borde de la extinción al menos 700 empleos directos.
De hecho, y tal como detalló iProfesional, en los últimos días la compañía quedó en el centro de la controversia tras presentar un plan de achique que incluso acota el pago de salarios e indemnizaciones.
Casi al cierre de julio, la compañía presentó un plan de achique que, en el marco del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), apunta a reducir su estructura de un modo dramático.
En audiencia reciente vía Zoom con la Secretaría de Trabajo nacional y delegados de los empleados de la láctea y el gremio ATILRA, los representantes de la firma propusieron despedir a 210 personas, suspender a otras 200 por el plazo de dos meses, además de abonar sólo el 75% de cada salario.
La empresa señaló que su negocio decayó fuerte por el menor consumo de lácteos y el incremento de los costos operativos. Sin embargo, el Gobierno rechazó estos argumentos y exigió que Lácteos Verónica presente documentación que valide los argumentos que la firma viene enarbolando para promover los recortes de personal.
Crisis en Lácteos Verónica: qué dice la empresa
En cuanto a la posición de la firma, desde Lácteos Verónica se acercó un comunicado donde se aseguró que «la crisis que atraviesa la empresa está relacionada de manera directa con lo que ocurre en el sector lácteo en Argentina».
Y se detalló: «Caída en la producción (un 7% en 2024) descenso en el consumo (una baja del 9.7% en el mercado interno en 2024), aumento de costos (contexto inflacionario de los últimos 10 años), cadena de valor poco competitiva y concentración del mercado. Esto se ve potenciado por la imposibilidad de acceder a financiamiento a tasas razonables de interés».
Según Lácteos Verónica, la firma pasó de producir 800 mil litros diarios a solamente 180 mil, «generando así una importante capacidad ociosa que impacta de manera directa en las finanzas de la empresa lo que la llevó a vender su inmueble central y a tomar decisiones drásticas sobre su estructura, razón por la que sus autoridades presentaron un acción para sostener la operación y evitar su cierre».
A la par de estos aspectos negativos, la firma mantiene una deuda con proveedores que la sitúa al borde de la quiebra.
En concreto, y según pudo comprobar iProfesional, la compañía acumula 2.497 cheques rechazados por falta de fondos sólo en lo que va del año. Y, por efecto de esa misma emisión de papeles sin respaldo, la compañía debe más de 7.545 millones de pesos.
Según pudo chequear este medio en la base de deudores del Banco Central (BCRA), la firma sólo ha cubierto hasta el momento poco más del 11.2% de los cheques que emitió este año. De un total de 2.737 cheques girados durante 2025, la empresa en cuestión abonó apenas 240.