ATE Rosario y la Junta Interna del Centro Especializado de Responsabilidad Penal Juvenil afirmaron que, debido a la superpoblación de internos y a las condiciones en las que se encuentran prestando el servicio, “no hay inserción posible”
«Desde ATE Rosario y la Junta Interna del Centro Especializado de Responsabilidad Penal Juvenil (CERPJ, ex Irar), denunciamos que la institución se encuentra desbordada de usuarios. Hay 49 jóvenes cuando solo existen 44 camas en el establecimiento, que está dividido en 8 sectores», dijeron en un comunicado trabajadoras y trabajadores.
Advirtieron que el establecimiento alberga a jóvenes de 16 a 18 años que han infringido la ley penal y se encuentran privados de su libertad. El espacio tiene por objeto intentar transformar a los adolescentes y brindarles alternativas de vida y un futuro superador.
Pero, actualmente, no cuenta con cuestiones elementales como agua potable, lo que genera dificultades para llevar adelante un abordaje digno y especializado, explicaron.
Dijeron que en estas condiciones en las que se encuentra el centro no existen las mínimas garantías para brindar un tratamiento como lo establecen las normativas nacionales e internacionales para la reinserción de jóvenes a la sociedad, según refiere el documento.
Para el conjunto de las y los trabajadores, la convivencia y los objetivos en las tareas de asistencia y contención son prácticamente imposibles de llevar a cabo. La única herramienta que se puede brindar es el compromiso de las personas que realizan su trabajo día a día, refirieron.
Para una atención humanizadora e intervención integral como la que se requiere, se necesitan al menos 10 trabajadores para asistir a 30 usuarios; hoy en día, esa función la cumple una sola persona.
La cantidad de jóvenes privados de su libertad y el escaso personal civil causa, además de las falencias de la institución, la imposibilidad de que estos usuarios pasen tiempo al aire libre, generando un sinfín de problemas.
Por otro lado, también denunciamos que el CERPJ cuenta con un solo médico que atiende a los 49 internos, cuando, por protocolo, la institución debería tener al menos 4, con distintos horarios y tiempos para su descanso.
Hacemos responsables a las autoridades correspondientes de la superpoblación de un espacio que debe velar por la integridad de los jóvenes y las y los trabajadores. Sostenemos que, con las condiciones antes mencionadas, no hay inserción posible, sino todo lo contrario. Exigimos políticas que cumplan con los objetivos del CERPJ y que el tránsito de estos jóvenes sea de manera respetuosa con sus derechos. Del mismo modo, exhortamos condiciones dignas de trabajo, concluyeron.
