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Si vas a viajar a España prestá atención: por qué no es una buena opción pagar en dólares

En España, pagar con dólar puede jugarte en contra: recargos, billetes rechazados y controles que complican las compras de los turistas.

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En tiendas y cafés de España, pagar con dólar puede volverse un problema: controles más estrictos y comisiones elevadas complican su uso.

Pagar con dólares durante un viaje por España puede que ya no sea una opción segura. El uso de efectivo en moneda extranjera enfrenta barreras cada vez más estrictas, y muchos comercios directamente rechazan billetes que no cumplan con nuevos estándares.

A la desventaja del tipo de cambio se le suma la digitalización de pagos y controles antifraude. Todo indica que pagar en dólares puede salir más caro, menos eficiente y causar más de un dolor de cabeza a turistas desprevenidos.

Dólares falsos

Usar dólar en España ya no conviene: muchos comercios lo rechazan, los bancos imponen trabas y los costos ocultos sorprenden a los viajeros.

Restricciones para pagar con billetes de dólar en España

Las reglas del juego cambiaron. Cada vez más bancos y comercios en España aplican normas que limitan la aceptación de dólares. La razón principal es la prevención contra falsificaciones, que obligó a endurecer controles sobre los billetes que circulan.

Billetes con manchas, roturas o sin las nuevas bandas de seguridad suelen ser rechazados sin discusión. Incluso algunos de 100 dólares, si presentan daños, ya no son válidos para transacciones. Esto afecta tanto a turistas como a ciudadanos que manejan efectivo en esa divisa.

A esto se suma una estrategia más amplia: reducir el uso de dinero en papel. Con la presión de la Unión Europea, España impulsa pagos electrónicos como una forma de controlar operaciones, evitar evasiones y minimizar riesgos de lavado de dinero.

La conversión dinámica de divisas es otra trampa: muchos establecimientos ofrecen cobrar en dólares con tarjeta, pero aplican recargos ocultos de hasta 10%. El turista cree que paga lo mismo, pero en realidad termina gastando mucho más que si abonara en euros.

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