Más presente que nunca. Con toda ropa de Boca (hasta la gorra), Miguel Ángel Russo vivió el partido de Boca de una manera muy distinta a las otros partidos del Clausura. Por primera vez desde su vuelta, Miguel Ángel Russo tomó una decisión para estar más cerca que nunca de su equipo para poder dar indicaciones al equipo.
Uno de los focos de las críticas para el entrenador era su poca participación durante el partido. Al estar siempre en el banco, pero en está oportunidad, Miguelo se acercó al personal del Kempes para solicitar una silla. Rápidamente en el segundo tiempo, el DT de Boca tuvo su asiento para estar más cerca de la línea de cal y poder darle indicaciones a sus compañeros.
Boca Juniors –
Russo sentado en una silla al costado de la cancha
ESPN.
Para poder mantener contacto con el banco, tanto Úbeda como el resto de sus ayudantes, se acercaban al entrenador para comenzar a definir las modificaciones o las indicaciones que debía dar Claudio, quien en la mayoría de las oportunidades es quien habla con los jugadores.
Así, Miguelo vivió todo el segundo tiempo sentando disfrutando del partido con mayor tranquilidad. Porque tras siete partidos, su Boca logró irse en ventaja al descanso. La última vez había sido ante Benfica en el Mundial de Clubes.