Esteban “Pinky” Rocha y Brisa Leguizamón celebraron su boda, a fines de enero de 2022, en un salón de fiestas Ybarlucea. Pasadas las 4 de la mañana, cuando ya había terminado el evento, tres invitados, un hombre de 35 años, su mujer de 38 y la hija de un año de ambos, fueron emboscados y ejecutados, en una de las masacres más resonantes en la industria rosarina del sicariato, motivada, aparentemente, por una deuda de dinero de drogas.
La pareja cuyo casamiento derivó en el denominado triple crimen en Ybarlucea finalmente, según trascendió, será extraditada desde el Paraguay. Fueron detenidos la madrugada del jueves 5 de enero del 2023 en un bar de Asunción por un expediente judicial, ya que tenían pedidos de captura por narcotráfico. Las detenciones fueron realizadas por la sección Interpol de la Policía paraguaya.
Los dos están acusados de integrar una banda dedicada a la venta de estupefacientes, cuya principal zona de influencia era la zona norte de Rosario.
El mundo narco
Tanto Rocha como Leguizamón están acusados de integrar una organización dedicada a la venta de estupefacientes. Ambos fueron procesados por «integrar una organización dedicada al traslado, acopio, fraccionamiento y comercialización de estupefacientes cuya principal zona de influencia es el barrio La Cerámica, de la zona norte de Rosario, que funcionaría al menos desde abril de 2016 y en la cual distintas personas cumplen roles asignados”, según pudo leerse en una de las resoluciones de la investigación llevada adelante por el juez federal Carlos Vera Barros.
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Brisa Leguizamón es retenida por efectivos policiales en un bar de Asunción, en enero del 2023.
Al momento de la realización de la fiesta que derivó en la matanza de la familia Giménez, Leguizamón cumplía arresto domiciliario otorgado por la Justicia federal. Además, distintas agencias penales que participan en la investigación de este hecho coincidieron en que entre los invitados al casamiento había varios personajes conectados al tráfico de drogas.
Triple homicidio
El casamiento terminó trágicamente con el triple homicidio de la familia Giménez. Iván Maximiliano Giménez, de 35 años, recibió entre 8 y 10 balazos calibre 9 milímetros. Su hija Elena, de 1 año y medio, padeció media docena de impactos. Ambos fueron trasladados en una camioneta Volkswagen Amarok, piloteada por otro asistente a la boda, hasta el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Ambos llegaron muertos.
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Mientras eso sucedía, el Audi TT en el que viajaba la familia y Érica Vanesa Romero, de 37 años, mamá de la nena y pareja de Giménez, desaparecieron. Nada se supo de ella y el vehículo hasta que alrededor de las 5 de la mañana, vecinos del barrio Espinillo alertaron que en un camino rural, a unas 35 cuadras del salón de eventos, se estaba quemando un auto. Cuando los bomberos pudieron sofocar el incendio, comprobaron que en el interior estaba Romero sin vida.
La investigación inicial planteó indicios de que Giménez y Romero fueron apuntados como responsables de la pérdida de un cargamento de 200 kilos de cocaína. Este antecedente es uno de los datos que analiza la Justicia rosarina a la hora de evaluar la hipótesis de una venganza planificada y se evaluó la posibilidad de que alguien dentro de la fiesta hubiera dado datos para los sicarios, que por otra parte nunca aparecieron.
Rocha y Leguizamón estuvieron prófugos desde el 29 de enero de 2022. Ese día fue la fastuosa fiesta que habían organizado para casarse. Huyeron luego del triple homicidio. En el caso de Leguizamón, señalaron fuentes policiales, «tenía fijada prisión domiciliaria en un domicilio de Rueda al 200 bis, del barrio Tablada, en la zona sur de Rosario, al parecer porque tiene hijos pequeños a su cuidado«.
«Pinky» Rocha, en tanto, «había sido excarcelado por la Justicia federal de Buenos Aires». En junio de 2019 fue procesado con prisión preventiva por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, distribución y almacenamiento. Al año siguiente, el procesamiento fue confirmado pero la defensa pidió que el acusado continuara el proceso en libertad.
Excarcelación oportuna
La Cámara de Apelaciones de la Justicia Federal de Rosario, presidida por Aníbal Pineda, revocó el excarcelamiento. Para los jueces rosarinos, la prisión preventiva de Rocha era la mejor medida “teniendo en cuenta las circunstancias y naturaleza del hecho, la pena que lo amenaza, y la imposibilidad de condena condicional”.
Sin embargo, el 29 de abril de 2021, la Sala 4 de la Cámara Federal de Casación Penal porteña (integrada por Mariano Borinsky, Ángela Ledesma y Carlos Carbajo), argumentó que no existía «riesgo de entorpecimiento de la investigación ni de fuga», por lo que excarceló a Rocha.
El mismo cuerpo de magistrados también tuvo en cuenta que el imputado no registraba antecedentes penales y sostuvo que «realiza trabajos de electromecánica y refrigeración a domicilio”. Según concluyó el fallo de Casación, “la gravedad de los hechos (el narcotráfico) no es un parámetro suficiente para denegar la excarcelación”.