El vínculo del presidente Javier Milei con su vice, Victoria Villarruel, pareció quedar definitivamente roto estos días, a punto tal que el Gobierno aseveró que ella «no es parte del proyecto», lo que equivale casi a ubicarla en la oposición y abre un interrogante sobre quién está hoy mejor visto por el electorado, algo sobre lo que una encuesta reciente indagó y arrojó un resultado bastante parejo.
Por estas horas hay expectativa por un posible reencuentro de Milei y Villarruel en el acto inaugural de La Rural, el próximo sábado. La vicepresidenta recibió la invitación por parte de la Sociedad Rural, no del Gobierno, y hasta el jueves por la tarde no había confirmado aun si asistirá, según señalaron a iProfesional fuentes oficialistas.
Ocurre que más allá de sí se saludan o no (la última vez el Presidente pasó de largo a su vice) o dónde se ubica cada uno en el acto, la eventual presencia de ambos en cualquier tipo de evento generará un clima tenso porque la relación está totalmente rota.
Durante el festival libertario del último martes en Córdoba, Milei la calificó por segunda vez como «bruta traidora» y ahora el vocero presidencial, Manuel Adorni, la ubicó afuera «del proyecto», es decir, de La Libertad Avanza.
En ese marco, la última encuesta que realizó la consultora Zuban Córdoba sobre la imagen de Milei y de Villarruel en el electorado cobra cierta relevancia, especialmente porque es un detalle que muchas veces han mirado con recelo cerca del Presidente -especialmente su hermana, Karina- y porque en ese entorno sigue viva la sospecha de que la vice prepara un proyecto político propio.
Javier Milei rompe con Victoria Villarruel: quién tiene mejor imagen en el electorado según la encuesta
El sondeo se llevó a cabo el 15 de julio con 1.300 casos efectivos e indagó en la evaluación del electorado sobre el Gobierno y la motivación del voto de cara a los comicios nacionales de octubre, con un dato llamativo, además, sobre la nueva «grieta» que encarnan Milei, el kirchnerismo y el peronismo como entidades separadas.
Milei supera a su vice en imagen positiva, pero también presenta una negativa más alta
Pero los últimos cruces entre el Presidente y su vice motivaron a Zuban Córdoba a una medición que mete una cuña en ese vínculo. Según la encuesta, Milei supera a Villarruel en imagen positiva, con 41,9% contra 38,6% de la titular del Senado. Así, revirtió la tendencia que se vio en varios sondeos durante su primer año de gobierno, donde ella se destacaba como la figura con más aprobación del oficialismo.
Sin embargo, a pesar de ese avance Milei también tiene una imagen negativa más alta que Villarruel. El Presidente presentó en el sondeo un rechazo del 57,5% mientras que el de la vice fue 55,3%. Es decir que en la mirada más favorable del electorado el líder libertario le gana por tres puntos y en la más desfavorable pierde por dos.
La diferencia que registró la encuesta radica en que frente a la figura de Villarruel hubo más gente indefinida. El 6,2% eligió la opción «no sabe no contesta». En el caso de Milei, fue apenas el 0,6%. Cómo jugaría eso en el caso hipotético de que en algún momento futuro ambos se enfrenten en la arena electoral es obviamente un misterio, aunque cada tanto agita especulaciones en distintos pasillos de la política.
Sospechas, «operaciones» y tensión extrema: ¿hasta dónde llega la pelea entre Milei y Villarruel?
La semana pasada, luego de que Milei calificara por primera vez como «traidora» a Villarruel tras la aprobación de leyes sobre jubilaciones y discapacidad en el Senado y de que la vice también se despachara con ácidos comentarios sobre el Gobierno, la tensión llegó al extremo e hizo correr otra vez una versión sobre el futuro de la vice que inquietó a más de uno en el ambiente político.
Se habló de una supuesta reunión de Villarruel con el diputado y experimentado político Miguel Pichetto, en la que la vice le habría blanqueado la supuesta intención de competir por Presidencia en 2027. El rumor no escaló demasiado, pero Pichetto salió inmediatamente a calificarlo como «una operación infame».
«Tengo un trato correcto con todo el mundo (…) pero yo no me he reunido para nada para analizar ninguna circunstancia de carácter político», sentenció el diputado a la vez que opinó que «es un grave error el marco de relación que se ha planteado entre el Presidente y la vicepresidenta, es el preanuncio de problemas mayores».
La desmentida de Pichetto dice mucho sobre el tipo de tensión que genera en el ambiente político la ruptura de Milei con Villarruel. A pesar de la interna por el armado electoral, Karina Milei y Santiago Caputo compartieron siempre la desconfianza hacia la vice y la sospecha de que en algún momento enfrentará a LLA por el poder.
En ese aspecto, la definición oficial que dio Adorni sobre la vicepresidenta resulta más fuerte aún. Que «no forma parte del Gobierno» o «de la gestión», en efecto, no es «ninguna novedad» como sostuvo el mismo vocero, pero señalar que «no forma parte del proyecto» implica que la ven afuera del arco oficialista, casi como parte de la oposición.
No es un tema menor en momentos en que el gobierno de Milei ingresa en la fase de consolidar al polo oficialista de la política -a eso apunta la absorción del PRO y la búsqueda de acuerdos electorales con otros sectores- y como consecuencia empieza a generar una nueva «grieta» entre los votantes, que la encuesta de Zuban Córdoba intentó medir.
El Gobierno rumbo a las elecciones: ¿nacen el «mileísmo» y una «nueva grieta»?
Hace tiempo que en la vida política Argentina el rechazo puede llegar a pesar más que la adhesión a un partido o un Gobierno. El famoso voto «anti». En la búsqueda de consolidar un oficialismo con identidad y estructuras mejor definidas, la gestión de Milei se acerca a ese punto en que empieza a hablarse de «mileísmo» más que de oficialismo o de libertarios, lo cual abre la puerta al surgimiento eventual de un «anti mileísmo».
Según el sondeo, hay un naciente ‘anti mileísmo’ que se impone sobre la identificación con Milei
La encuesta de Zuban Córdoba sondeó este aspecto (al que ningún Presidente parece escapar hasta ahora) y solo el 28,1% de los consultados se identificaron a sí mismos como «mileístas», mientras que un elevado 53,6% se presentó como «anti mileísta» y el 18,3% respondió que «no sabe». Los números asoman negativos para Milei en términos del posible nacimiento de una nueva «grieta», propia de una nueva «era libertaria».
Pero además, el trabajo midió cómo están hoy las otras «grietas» que han dominado la discusión política de las últimas décadas y la comparación tampoco es amigable con el Gobierno. La ineludible es entre kirchnerismo y anti kirchnerismo: el 45,2% se identificó en la encuesta como «anti kirchnerista», el 34,3% como «kirchnerista» y el 20,5% indefinido.
En tanto, al pedirle a los encuestados que se definieran como peronistas o anti peronistas (una «grieta» más antigua, pero igual que la anterior aún vigente) el 39,7% se ubicó en el primer grupo y el 38,7% en el segundo, con 21,6% que «no sabe».
Qué pasa con el «anti kirchnerismo» en la era Milei, según la encuesta
Si se observan las tres mediciones solo por el nivel de adhesión o bien de lealtad política, el «mileísmo» con 28,1% aparece muy por abajo del «kirchnerismo» con su 34,3% y ambos, a su vez, se ven superados por el «peronismo», como algo que va más allá de la figura de Cristina Kirchner, con 39,7%. Lo mismo ocurre con el nivel de rechazo o de potencial voto «anti».
El ‘anti kirchnerismo’ aún es fuerte pero retrocedió según el sondeo
Pero más llamativa es la evolución temporal de esas «grietas» que midió Zubán Córdoba, porque los que se identifican hoy como «anti mileístas» pasaron de ser el 46,5% en enero al 53% en julio y los que apoyan a Milei bajaron de 32% a 28% en el mismo período.
En cambio, los que se identifican como kirchneristas subieron del 27,9% al 34% entre enero y julio y el «anti kirchnerismo» bajó de 52% a 45%, siempre según esta encuesta. Números por lo menos llamativos en el marco de la campaña electoral y en especial la de la provincia de Buenos Aires, donde LLA y el PRO apuestan a polarizar con el kirchnerismo como estrategia.
En ese contexto, la encuesta arrojó otro dato importante porque está relacionado con los puntos fuertes del naciente «mileísmo», es decir, aquellos que hoy constituyen la base de apoyo electoral para el Gobierno y que pueden ser explotados para tratar de ampliarla con más adhesiones. Sin sorpresa alguna, el control de la inflación parece ser la clave.
La base de apoyo de Milei, en medio de la desconfianza hacia su vice
A los encuestados se les preguntó «cuál sería el principal objetivo de su voto en las elecciones legislativas de octubre» y se les ofreció las opciones de «premiar» o de «castigar la gestión del Gobierno actual». El 38,3% dijo que se inclinará por lo primero y el 52,8% que aplicará el ya conocido «voto castigo». El 8,9% «no sabe».
Entre los que anticiparon que votarán para «premiar» al gobierno de Milei, el aspecto concreto más valorado es el «control de la inflación» con el 23,6%, en tanto que el 19,7% le reconoce «honestidad y transparencia», el 17,9% destaca la «reducción del déficit fiscal» y el 13% señaló el mentado «enfrentamiento con la ‘casta política’».
El punto fuerte de Milei de cara a las elecciones sigue siendo la baja de la inflación
Pero al mismo tiempo, el 25,1% de ese sector que se inclina por apoyar al Gobierno en las urnas no eligió ninguno de esos «logros», sino que tildó la opción «otros». Es posible que allí se encuentre la base real del «mileísmo».
En cualquier caso, el nuevo tiempo político que empezó con la llegada de Javier Milei al Gobierno empieza a mostrarse en proceso de construcción a medida que se acercan las elecciones legislativas y, en ese contexto, la pelea con Victoria Villarruel abre una diagonal en el mapa donde tarde o temprano se definirá si se trata de otro vicepresidente que termina opacado por el curso de los hechos o del nacimiento de un proyecto que explote el futuro «anti mileísmo».