La Policía Federal Argentina (PFA) tiene un nuevo estatuto definidos este martes en el Boletín Oficial del gobierno nacional. Entre los principales cambios, los agentes de esta fuerza dejarán «el rol de policías” y se transformarán en “detectives”, explicaron desde el Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich.
A través del decreto 383/25, el gobierno nacional impulsa una reforma en la misión de la fuerza de seguridad bajo un programa integral de modernización. A partir de hoy y de manera paulatina, la PFA concentrará sus acciones en la investigación de delitos federales y complejos, es decir, crimen organizado, narcotráfico y ciberdelito, entre otros. Para esto, dejará sus tareas en la seguridad urbana, especialmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde se desplegaban más agentes.
Sí continuarán su normal funcionamiento las fuerzas especiales, como los bomberos, buzos tácticos o pilotos, los cuales colaborarán con las tareas de investigación y la custodia de objetivos estratégicos que actualmente están a resguardo de la Gendarmería. Estos nuevos cambios serán bajo el ala del nuevo Departamento Federal de Investigaciones (DFI).
También habrá cambios en la formación de los oficiales, haciendo hincapié en trabajos investigativos desde la Escuela de Cadetes de la PFA. Según detalló el decreto, en el nuevo estatuto figura la modernización de la estructura orgánica, la incorporación de tecnologías forenses y sistemas de información, un programa de formación para profesionales universitarios y la implementación de protocolos de última generación para la investigación criminal.
Estos cambios en las fuerzas federales están acompañados por un nuevo programa presupuestario, que será financiado parcialmente financiados con la reducción progresiva del ingreso de nuevos suboficiales. No obstante, el Ministerio de Seguridad de la Nación podrá exceptuar el retiro obligatorio a oficiales superiores, convocar personal retirado y reorganizar los escalafones internos.
Bullrich apostó por una “fuerza ágil, inteligente y profesional” y alineó los cambios propuestos con los estándares internacionales, como los del FBI de Estados Unidos.
Ciberpatrullajes en la Policía Federal
El decreto que determina los cambios incluye una nueva normativa: el patrullaje en redes abiertas o ciberpatrullajes. Esto se debe a que las investigaciones actuales requieren prestar atención a las redes tanto para detectar situaciones delictivas como para perfilación de sospechosos.
Cada movimiento de los policías encargados de ciberpatrullaje deberá hacerse, explica el decreto, bajo los límites y parámetros de la Ley de Inteligencia, que prohíbe hacer recolección de todo tipo de información sobre actividades de los ciudadanos en materias sociales, políticas y económicas, siempre y cuando no tengan que ver con un delito.
En su artículo 6° del Estatuto, precisamente en el inciso 11, establece que la PFA podrá “realizar, sin necesidad de autorización judicial, tareas de prevención del delito en espacios públicos digitales, tales como redes sociales abiertas, sitios web públicos y otras fuentes abiertas”. En concreto, las fuerzas de la DFI podrán actuar sin intervención judicial previa ante delitos de grooming, trata de personas o narcotráfico, siempre que se trate de espacios abiertos en la red.
Otros de los delitos que podrán ser investigados a través de las redes son la compraventa de armas y municiones por fuera de los canales legales habilitados, la comercialización de objetos robados o falsificados, o compraventas engañosas que pudieran resultar una estafa o una trampa para la comisión de un delito posterior, como un robo.