El Gobierno de Javier Milei tiene listas negras. No es una opinión, sino un dato. De hecho, para comprobarlo sólo falta ver lo que le pasó a Verónica Gómez en China. Ella iba a participar con una obra -que nada tiene que ver con la política- en una muestra de arte en la embajada argentina en aquel país. Pero a dos días de la inauguración, cuando las piezas de ella y la de otros artistas ya estaban situadas, Cancillería mandó una orden: había que cancelar todo. La razón: Gómez había pintado, en el 2024, obras críticas de Milei y de su espacio. Y, aunque lo exponía ahora no tenía nada que ver con esos trabajos, desde entonces quedó marcada.
Los cuadros que pintó y que hirieron sensibilidades son dos. Uno es “la sagrada familia” (Óleo sobre lienzo, 66 x 53 cm), en donde aparecen los dos Milei y un cuadro de Conan, y El Rey León (Óleo sobre lienzo, 130 x 110 cm). «El niño Rey León es Milei. Claramente está vestido con un camuflaje, como cuando en enero o febrero visitó Bahía Blanca vestido de payaso y les dijo que no iba a poder hacer nada por ellos; los ojos de la serpiente son la Ley Bases, que es como se la mencionó desde el principio; los cítricos pudriéndose son una alegoría de las economías regionales. Detrás del trono tenés tres personajes. Hay un gato que es el que más se ve, que es Macri. Hay un monje negro que a veces es Santiago Caputo, otras, Sturzenegger.
La cabellera rubia es Karina, el tocado que tiene es de cuando visitaron al Papa y se vistieron de esa manera tan estrambótica, como Los Locos Adams. Hay un tercer ojo que pertenece a Karina, una mano que viene de atrás que le va a la entrepierna, mientras que las piernas del Rey son flácidas, como las de un títere, y no llegan al piso. Porque también hay un tema con la estatura. Los pies son los que conocimos gracias a Fátima Florez y el perro alfombra es, obviamente, Conan», le contó la artista a Infobae cuando se estrenó la obra. Gómez es profesora nacional de pintura, vendió todas sus obras en el último ArteBa -una de ellas adquirida por el Malba-, fue becada por la prestigiosa Pollock-Krasner Foundation de Nueva York y obtuvo numerosos premios. Por estos cuadros recibió amenazas en redes sociales.
De manera curiosa, una interna política se filtró en el medio de este escándalo. Es que el embajador en China, Marcelo Suárez Salvia, viene siendo apuntado por algunos libertarios con intereses en China. El episodio con la muestra les sirvió para poner la mira, una vez más, sobre él, a la vez que empujan como sucesor a Maximiliano Postigo, empresario vitivinícola que tiene negocios e intereses en el gigante asiático.