El DT mete mano tras la racha de seis derrotas seguidas y sacude la estructura del equipo: le devuelve el arco a Marcos Díaz y saca a uno de los capitanes, Guillermo Ortiz.
La urgencia aprieta y la paciencia se agota. Colón llega a la fecha 14 de la Primera Nacional golpeado, con seis derrotas al hilo que lo alejaron de los puestos de Reducido y de la pelea por el primer puesto en la Zona B. En este contexto, Andrés Yllana decidió mover piezas con decisiones de peso que marcan un antes y un después en la estructura del equipo.
La más simbólica tiene lugar bajo los tres palos: Marcos Díaz, arquero de pasado en Primera y amplia trayectoria, volverá a la titularidad en lugar de Tomás Giménez. Aunque el joven guardameta no tuvo grandes fallas en los goles sufridos durante la mala racha, el DT opta por la experiencia. Una jugada arriesgada, ya que Díaz dejó dudas en sus últimas apariciones y su figura no cuenta con consenso pleno en la tribuna.
Pero el otro sacudón es aún más fuerte a nivel simbólico: Guillermo Ortiz, referente y voz de mando en la zaga, saldrá del equipo titular. Su lugar será ocupado por Brian Negro, quien también ha sido objeto de críticas por su bajo rendimiento. Aunque Ortiz no atraviesa un buen momento futbolístico, su salida sorprende por lo que representa dentro y fuera del campo.
Además, habrá un cambio obligado en la mitad de la cancha: Agustín Giménez ingresará por el suspendido Nicolás Talpone, en una variante que apunta a recuperar agresividad en el ataque.
Yllana busca un golpe de efecto para cambiar el ánimo de un equipo sumido en la frustración. Sus decisiones evidencian que nadie tiene el puesto asegurado, ni siquiera los líderes. Colón jugará este domingo a las 17 en el Brigadier López ante Talleres de Remedios de Escalada, y no le queda margen: debe ganar para no profundizar una crisis que ya empieza a tener aroma a fin de ciclo.
SFA – LT10