La noche que debía ser de fiesta para Colo-Colo en la Copa Libertadores 2025 terminó marcada por el dolor y la furia. Dos hinchas del Cacique, de apenas 13 y 18 años, murieron antes del inicio del partido frente a Fortaleza, en un episodio que dejó en el ojo de la tormenta a los Carabineros de Chile.
En medio del escándalo, la barra brava del club, conocida como La Garra Blanca, emitió un contundente comunicado en el que apuntó directamente contra la policía y prometió represalias. El mensaje fue publicado en las redes sociales del grupo de hinchas y no tardó en generar repercusión.
En el texto se expresa el repudio a lo ocurrido en las inmediaciones del Estadio Monumental David Arellano, donde los jóvenes fueron atropellados, según la denuncia, por un carro lanza gases. La tragedia desencadenó una invasión de campo por parte de los simpatizantes y la posterior suspensión del encuentro cuando se jugaban 27 minutos del segundo tiempo.
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Incidentes, muertos y suspensión de partido en Chile.
La barrabrava de Colo Colo prometió venganza por la muerte de dos hinchas
“El fútbol nunca puede estar por encima de la vida humana”, arranca el comunicado. Y continúa: “Hoy, dos jóvenes, de 18 y 14 años, fueron atropellados por un vehículo de los pacos en las afueras del estadio. No es la primera vez que esta institución se lleva a los nuestros”. El texto también hace memoria de otros fallecimientos similares en los alrededores del Monumental, como los de ‘el Patruka’ y ‘Neco’.
La publicación no solo lamenta las pérdidas, sino que también intenta justificar la invasión al campo de juego: “No permitiremos que el espectáculo tape la tragedia. No vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras matan a nuestros hermanos de galería”. En otro tramo, señalan fallas graves en los protocolos de seguridad y el incumplimiento de las normas básicas por parte de los agentes.
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Además de exigir justicia, La Garra Blanca lanzó una advertencia que causó alarma: “No pueden seguir muriendo hinchas. Uno sale a ver a su equipo y no sabe si va a volver. Dos vidas valen más que tres puntos”.
Mientras la Justicia chilena investiga lo sucedido, el dolor y la indignación crecen entre los familiares de las víctimas y la comunidad colocolina, que reclama respuestas inmediatas. La presión popular ya forzó algunas decisiones institucionales, pero para muchos no es suficiente.
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