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Hidrovía: por qué no se presentó Jan de Nul, señalada como favorita para ganar la licitación caída

La empresa belga Jan de Nul explicó que no presentó ofertas para la licitación de la Hidrovía como medida de resguardo comercial, para que sus competidores no conozcan la propuesta de sus planes de trabajo, estrategias de operación y estructura de costos, donde ya tienen un conocimiento por haber operado la traza desde hace más de 30 años.

Así surge de una carta que le envió este miércoles Wim Bosteels, apoderado de Jan de Nul, al director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPyN), Iñaki Arreseygor, y que se filtró a los medios un día después de que el Gobierno diera de baja el proceso.

Entre sus argumentos, la compañía alegó una «durísima campaña mediática» dirigida a perjudicar su participación y afirmó que los cuestionamientos judiciales para «boicotear» el proceso iban a seguir, por lo que decidieron no presentarse ante el «riesgo altísimo» de que el proceso se viera suspendido de manera indefinida, tal como pasó.

Como contó Clarín, la licitación para otorgar un contrato concesión por 30 años para el dragado, señalización y mantenimiento de la Vía Navegable Troncal (VNT) de los ríos Paraguay y Paraná, más conocida como la «Hidrovía», naufragó esta semana porque se presentó un solo oferente, la empresa belga Dredging Environmental and Marine Engineering (DEME), de un total de 4 grandes multinacionales habilitadas para competir.

DEME fue la interesada más activa en denunciar ante la Justicia y en instancias administrativas del Gobierno que el proceso estaba direccionado hacia Jan de Nul, uno de sus competidores. La Justicia le dio la razón al Gobierno y la ANPyN, que formalmente depende del ministro de Economía, Luis Caputo, rechazó sus planteos.

Pero horas antes del cierre del plazo para la presentación de ofertas, cuando se esperaba al menos la participación de Jan de Nul y la neerlandesa Van Oord, la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) dictaminó que había serias irregularidades en el proceso.

El Gobierno decidió dar de baja la licitación por tener un solo oferente, anunció que investigará a DEME con la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y confeccionará nuevos pliegos más adelante.

El negocio de la Hidrovía representa entre 7.500 y 20.000 millones de dólares en 30 años, según el precio que puedan definir los adjudicatarios de la concesión, y es pagado por los cargadores, que son los exportadores, principalmente grandes multinacionales cerealeras, dueños de Puertos y productores de acero.

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